Perpetrado el 06 de octubre de 2021
GNU/Linux
Casi 2 meses después de la primera entrega he ido avanzando en mi conocimiento de Podman y Buildah y ya tengo un contenedor casi completo para sustituir al servicio de puente Telegram, que se está ejecutando actualmente en un contenedor LXC.
La versión en contenedor Podman es ideal para este servicio. Según voy sabiendo más, no creo que los símiles que se han ido usando para explicar qué son los contenedores hayan sido los más adecuados. Circula por ahí la idea de que son como «máquinas virtuales ligeras» o «virtualización de los pobres», pero esto es una verdad a medias.
En el mundo de LXC (sistema con el cual tengo ahora mismo montado mi servidor VPS) sí es cierto que un contenedor es prácticamente una máquina virtual con un sistema operativo completo: todas las librerías, su sistema de init, todos los programas de la instalación por defecto del sistema, etc.
Pero los contenedores Podman/Docker hay que verlos como un aislamiento de procesos. Es una especie de «empaquetamiento» (esto sería la imagen) de un proceso junto con todas sus librerías y configuraciones, y nada más; es decir no debes tener en el contenedor editores de texto, herramientas auxiliares de depuración ni nada por el estilo y ni siquiera debes ser capaz de conectarte (o no deberías tener la necesidad) por ssh o cualquier otro medio a la «consola» de ese contenedor. La idea es que jamás tenga que hacer ningún ajuste manual, solo en la imagen. Piensa que cuando tienes un proceso corriendo en tu ordenador (por ejemplo Prosody) tampoco «te conectas a ese proceso» para depurar ni inspeccionar nada. No se si me explico bien pero creo que eso se acerca a la idea de lo que debe ser un contenedor.
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