Software Libre: patrimonio de todos que se hace entre todos
Si pasamos de un paradigma de la distribución software en el cual actuamos como meros receptores pasivos y expuestos a las decisiones, más o menos acertadas, de los desarrolladores, hacia un paradigma en el que tomamos el control sobre lo que tenemos, las versiones que instalamos y cuando instalarlas y una capacidad para inspeccionar, redistribuir y mejorar… también vienen responsabilidades.
Es curioso y no se si pasa en otros países, que cuando desarrollas un proyecto útil para la Comunidad en general y todo el mundo está deseoso de probarlo y algunos ¡hasta les sirve! se recibe una cantidad de feedback cercano a 0, con honrosas y notables excepciones.
Ser usuario de Software Libre implica LIBERTAD, incluida por supuesto la de usarlo y olvidarte del mundo. Pero también hay que comprender que implica RESPONSABILIDAD. Si algo no va bien, no podemos quedarnos en el «esto es una *****» y asumir que como en otras ocasiones hay una corporación detrás, si no que tenemos que contribuir. Tenemos que enviar retroalimentación y aunque sea un simple correo diciendo «¡me ha servido!». No hace falta ni que sea una donación económica.
Lamentablemente, si el usuario no pasa de receptor a actor en el mundo del Software Libre, éste no mejorará todo lo que pudiera y en algunos casos seguiremos en inferioridad de condiciones.
Aunque claro está, quien no tenga tiempo ni ganas, siempre tiene la loable opción del apoyo económico. La FSF se encuentra con uno de sus «sprints» de recaudación, ayúdales a llegar a su objetivo con una aportación puntual.
Perpetrado el 16 de diciembre de 2014 por una IN (Inteligencia Natural), la mia, con cierto esfuerzo.
Archivado en categoría(s) Divagaciones, Software Libre
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