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El final de la Política

Las ideologías que un dia tuvieron un sentido se van diluyendo. Izquierda, Derecha, Centro, Demócrata decían algo y permitían a las personas identificarse con una manera de hacer política. Hoy, con el advenimiento del supremo poder del Capital, estas ideologías empiezan a estar trasnochadas, pero ¿debe ser esto algo malo? No es que esté de acuerdo en que deba mandar el Capital, pero sí podría ser que este hecho dejara algun efecto secundario positivo.

Quizá ayer un Partido Político definía sus objetivos ajustándose a lo que se supone que debía hacer y lo que se esperaba de ellos. Si de Izquierda, entonces favorecer al obrero, repartir dinero a troche y moche. Si de Derechas, entonces favorecer al rico, al empresario. Ambas tienen sus cosas buenas. Si ayudas a la base más gente vive bien pero si ayudas al empresario éste se encargará de ayudar a la base.

Pero el otro dia escuchando de refilón un comentario en un informativo se me ocurrió pensar que quizá deberíamos empezar a pensar en elegir a administradores capacitados en lugar de a políticos. El comentario era algo como «el [partido] no pudo hacer esto porque se supone que no es de izquierdas».

¿Deben los responsables de la Administración y la Ley vivir obligados a lo que se supone que se espera de ellos? ¿Deben dejar de aplicar una buena idea que pueda ayudar a levantar un país por el solo hecho de que contraviene su ideología fundamental? Creo sinceramente que no.

Por eso, para mi lo ideal sería eliminar todo rastro de política y de partidos e ideologías de los grupos que se presentaran para regir los destinos de esta España. En su lugar, se elegirían administradores basándose en criterios de Eficiencia, Igualdad, Transparencia y reparto justo y equitativo de los bienes gananciales de la Humanidad.

Igual que ahora pero en lugar de inscribir un proyecto político a la hora de presentarse a las elecciones, inscribir una especie de plan de negocio para el gran ente que es España y administrarlo de forma eficiente como si de una empresa se tratara, con todos los ciudadanos como clientes. Quizá así escucharíamos menos charlas y veríamos más acciones. Además, habría que tener a los administradores con un sueldo base y un porcentaje en base a objetivos conseguidos, para que no se durmieran.

Una liberación de los administradores del ideal de pertenencia a un grupo eliminaría batallas innecesarias y discusiones interminables sobre si es mejor ser de izquierdas, de derechas o de centro. Eliminemos este factor y ganaremos tiempo para poner ideas en práctica. Será mejor quien mejor administre.


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  • Juan Dianes dice:

    Sí, es bastante evidente hoy día que todas esas distinciones o conceptos políticos se pueden clasificar casi como de «antaño» o ya antiguas. Ya no responden a la realidad, es decir, lo que se llama «izquierda» tiene cosas o toma resoluciones políticas de lo que se llama «derecha» y viceversa.

    Es verdad también que los partidos se abstienen de tomar ciertas medidas porque se supone que no son de «izquierdas» o de «derechas» y eso es tremendamente lamentable. Como ejemplo podriamos dar el tomar medidas necesarias para atajar la crisis pero que no se veían bien desde una óptica de «izquierdas» y parece que se han retrasado empeorando todo.

    Estoy de acuerdo también en que, por tanto, la pregunta clave es: «¿Deben dejar de aplicar una buena idea que pueda ayudar a levantar un país por el solo hecho de que contraviene su ideología fundamental?» tal como tú expones. Sin embargo ¿está la solución en sustituir todo esto por meros gestores que se basen en criterios de «Eficiencia, Igualdad, Transparencia y reparto justo y equitativo de los bienes», tal como propones?

    Ojalás fuese posible. Estos criterios serían una especie de ideología. Posiblemente se formasen (en un clima de libertad y participación que no puede ser suprimido hoy) distintas opciones o grupos sociales ofreciendo distintas propuestas de eficiencia, igualdad, etc. -porque la realidad es muy compleja y puede organizarse de distintas formas en filosofía política y en ciencias sociales- y entonces tendriamos diferentes «Planes de negocios» para gestionar España, tal como los llamas, como propuestas que serían los programas a presentar en elecciones.

    En fin, es posible que de este modo, tal como dices, escucharamos menos charlas y vieramos más acciones y es posible que esto sea lo que nos espera en el futuro, pero no podemos obviar tampoco esta pregunta ¿No estará todo resumido en que la sociedad no mejorará hasta que no mejore el ser humano que la conforma? Claro que tampoco puede ser ignorado que el ser humano también mejora cuando la estructura social mejora, es decir, que con esto que propones en tu artículo pudiese mejorar esta estructura política y social tan débil ante la corrupción que ahora tenemos.

    Queden aquí estas reflexiones que propones y el comentario que añado como algo para pensar al que lo desee hacer.

  • danielside dice:

    Sí, posiblemente para que todo este cambio deba ocurrir, deba ser el individuo tome conciencia de que forma parte de un todo más grande que le incluye, que no está solo, que su interés no es lo más importante y que paradójicamente si trabaja para los demás, en realidad también estará trabajando por sí mismo. Y si trabaja de forma egoista se está destruyendo a sí mismo y a lo que le rodea. Ese será el primer paso.

  • jj78 dice:

    De acuerdo con que hoy en día las etiquetas políticas son un barniz cuando no un cascarón inerte. De acuerdo con que el Poder siempre ha estado de la mano de la hegemonía económica y militar, como no puede ser de otra forma en este estado de cosas…
    Pero el reducir la Política a una administración tecnocrática y fría no resuelve nada si antes los que habitamos esa estructura organizativa (Estado) no somos capaces de conducirnos con un mínimo de sensatez.
    La tan denostada Política debería ser el arte de conducir a los pueblos hacia la realización completa de los individuos que los componen. Y la Política la hacemos todos los integrantes de la Sociedad en tanto que nos dirigimos en la vida para la consecución de nuestras aspiraciones y en convivencia con el resto de seres humanos, sin olvidar la armonía con la Naturaleza como marco vital imprescindible.
    Mientras tanto, dado que no hemos llegado a ese nivel, sólo queda luchar por las migajas que los poderosos dejan caer en sistemas manifiestamente mejorables que únicamente nos permiten sobrevivir a los que tenemos el lujo de vivir en ellos. También hay una parte inmensa de la Humanidad a la que le está vedado el acceso a nuestro mundo…

  • danielside dice:

    Hombre reducir reducir… es un proceso que ya comenzó creo yo en su momento. Cada vez más grande la Administración y menor el cuerpo político, o menos importante de cara al ciudadano.
    También hay que echar serios rapapolvos a nuestro grado nulo de implicación política. Tengo entendido que los norteamericanos se implican más a nivel local y a nivel de su congresista, al que normalmente le piden cosas y hacen que actúe. Nosotros muchas veces ni conocemos como va el sistema ni sabemos que hay un diputado que nos representa ni nos importa y solo queremos que alguien nos solucione los problemas.
    Y por supuesto, siempre hay gente que está peor.


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